El rasgo mas llamativo de su aspecto es lo largo que son sus patas y cuello, en contraste con lo pequeña que es su cabeza. En esta destaca dos manchas periorbitarias de color blanco y en el macho un par de cuernos de corta longitud, fuertemente anillados y con las puntas dirigidas hacia adelante; la cola termina en un grueso mechón de pelos negros.
El habita de este antílope se extiende por la zonas de matorral seco y espinoso de noroeste africano, llegando a adentrarse, a veces hasta el desierto. Su alimentación se basa casi exclusivamente en hojas de las acacias enanas, a cuyas ramas mas altas llega gracias a su largo cuello y a su acrobático equilibrio.
Durante las horas del mediodía se refugia en las zonas más cerradas y sobrias del matorral, donde adopta una característica postura con el cuello en posición horizontal para resultar menos conspicuo. Cada camada consta de una sola cría que suele nacer coincidiendo con la época del año en que es mayor la abundancia de alimento.
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